Las leyes naturales
Para Hesíodo en un estadio primigenio imperaba el caos, la falta de límites. La naturaleza comienza ordenarse por medio de la oposición, a través del conflicto entre opuestos. La luz se opone a las tinieblas, el agua a la tierra y así todo lo existente. Del conflicto nace el orden. No hay ordenador ni moralidad en el orden. Las leyes se extraen de la naturaleza. No hay un orden previo ni externo a la naturaleza.
Heraclito en la misma línea afirmara que la oposición, a la que él llama guerra, es padre y rey de todo (Heraclito, 1981, p. 347). Este pensamiento no sería exclusivo de los griegos sino que otros pueblos entendían al conflicto como génesis de todo (Güterbock, 1948). El pensamiento clásico lejos de entender el conflicto como algo caótico lo entendía en el sentido contrario. El caos se conforma en orden por medio del conflicto.
Al no existir ley exterior al la naturaleza, no hay una idealización de los factores en conflicto. Ninguno es bueno o malo en sí. No hay tablas de la ley venidas de un más allá que estipulan lo correcto. Lo no deseable entre los griegos es el hybris, la desmesura, lo sin límite. La desmesura en cualquier ámbito, tanto en el amor como en la guerra, en los deseos como en el poder en cualquier ámbito es un desequilibrio y un desequilibrio que atrae la cólera de los dioses. Medèn ágan, estaba escrito en Delfos, nada en exceso (Pausanias, 2008, p. 417)
Referencias:
Heraclito (1981) Los filosofos presocraticos. Vol I. Trad., intr. y notas Conrado Eggers Lan y Victoria E. Julia. Madrid: Gredos
Güterbock, H. G. (1948). The hittite version of the hurrian Kumarbi myths: oriental forerunners of Hesiod. American Journal of Archaeology, :52(1), 123-134.
Pausanias (2008) Descripción de Grecia Libro X. La Fócide. Intr., trad. y notas de María Cruz Herrero Ingelmo. Madrid: Editorial Gredos